Historia del Wety
Historia de la raza
Con origen en el accidentado terreno de Escocia, la historia del West Highland White Terrier comienza hace varios cientos de años. Criados para cazar zorros y ratas, cargaban por el campo escocés recuperando presas para sus amos con sus poderosos dientes.
De hecho, la historia cuenta que su manto blanco como la nieve, que en tiempos era de diversos colores, tiene sus raíces en su legado cazador. En el siglo XIX, un canino perteneciente a un tal coronel Edward Malcolm de Poltalloch, en la costa oeste de Escocia, murió por disparos accidentales después de que se le tomara por un zorro. Como resultado, desde entonces en adelante se criaron para que fueran blancos y así evitar que el error se volviera a producir.
Originalmente se llamaron Roseneath Terrier, en honor a la finca escocesa de la que emanó la línea blanca; el nombre de West Highland White Terrier data de finales del siglo XIX. El Kennel Club del Reino Unido reconoció la raza en 1907 y el American Kennel Club, en 1908.
Curiosamente, Escocia se ha convertido de algún modo en sinónimo de terriers. Además del Westie, este país septentrional también puede reclamar al Cairn Terrier, al Skye Terrier, al Terrier Escocés y al Dandie Dinmont Terrier.
Apariencia
Su peso es aproximadamente de 5 a 10 kg y su altura media es de 28 cm a la cruz. Su cola típicamente en «forma de zanahoria» no debe ser cortada. La cola suele medir entre 13 y 15 cm. Tienen una suave y densa capa interna de pelo que contrasta con una capa externa de pelo áspera y dura de aproximadamente 5 cm de largo. Su pelaje requiere cuidados y preparación de forma regular. Su color es blanco, aunque algunos ejemplares pueden presentar brandy stains (manchones ligeros de color brandi) en la espalda y/o patas, si bien no es deseable en ejemplares destinados para la reproducción. Su pelaje natural es de largo medio y un tanto desgreñado como el del cairn terrier.
Temperamento
Su carácter amigable lo hace apto para convivir con los niños y con otros animales de su misma especie o de otras. Eso sí, hay que tener en cuenta que, en ocasiones, pueden ser un poco testarudos, complicando su educación. Además, son fácilmente excitables, lo que puede derivar en nerviosismo. Mantienen su instinto de perro de caza.
Puede vivir en un entorno urbano y se adapta tanto a climas templados como a los fríos. Es un perro que ladrará si percibe alguna presencia extraña cerca de su hogar. En general es de carácter equilibrado, pero necesita que prestemos atención a su educación para prevenir problemas de convivencia y estrés.
Es un perro cariñoso que apreciará nuestras atenciones. Por otra parte, suele ser bastante expeditivo, es decir, no tiene problema en acercarse a otros perros como si fuese de un tamaño mucho más grande del que posee en realidad. Confía mucho en sí mismo y es incansable física y mentalmente.
Con origen en el accidentado terreno de Escocia, la historia del West Highland White Terrier comienza hace varios cientos de años. Criados para cazar zorros y ratas, cargaban por el campo escocés recuperando presas para sus amos con sus poderosos dientes.
De hecho, la historia cuenta que su manto blanco como la nieve, que en tiempos era de diversos colores, tiene sus raíces en su legado cazador. En el siglo XIX, un canino perteneciente a un tal coronel Edward Malcolm de Poltalloch, en la costa oeste de Escocia, murió por disparos accidentales después de que se le tomara por un zorro. Como resultado, desde entonces en adelante se criaron para que fueran blancos y así evitar que el error se volviera a producir.
Originalmente se llamaron Roseneath Terrier, en honor a la finca escocesa de la que emanó la línea blanca; el nombre de West Highland White Terrier data de finales del siglo XIX. El Kennel Club del Reino Unido reconoció la raza en 1907 y el American Kennel Club, en 1908.
Curiosamente, Escocia se ha convertido de algún modo en sinónimo de terriers. Además del Westie, este país septentrional también puede reclamar al Cairn Terrier, al Skye Terrier, al Terrier Escocés y al Dandie Dinmont Terrier.
Apariencia
Su peso es aproximadamente de 5 a 10 kg y su altura media es de 28 cm a la cruz. Su cola típicamente en «forma de zanahoria» no debe ser cortada. La cola suele medir entre 13 y 15 cm. Tienen una suave y densa capa interna de pelo que contrasta con una capa externa de pelo áspera y dura de aproximadamente 5 cm de largo. Su pelaje requiere cuidados y preparación de forma regular. Su color es blanco, aunque algunos ejemplares pueden presentar brandy stains (manchones ligeros de color brandi) en la espalda y/o patas, si bien no es deseable en ejemplares destinados para la reproducción. Su pelaje natural es de largo medio y un tanto desgreñado como el del cairn terrier.
Temperamento
Su carácter amigable lo hace apto para convivir con los niños y con otros animales de su misma especie o de otras. Eso sí, hay que tener en cuenta que, en ocasiones, pueden ser un poco testarudos, complicando su educación. Además, son fácilmente excitables, lo que puede derivar en nerviosismo. Mantienen su instinto de perro de caza.
Puede vivir en un entorno urbano y se adapta tanto a climas templados como a los fríos. Es un perro que ladrará si percibe alguna presencia extraña cerca de su hogar. En general es de carácter equilibrado, pero necesita que prestemos atención a su educación para prevenir problemas de convivencia y estrés.
Es un perro cariñoso que apreciará nuestras atenciones. Por otra parte, suele ser bastante expeditivo, es decir, no tiene problema en acercarse a otros perros como si fuese de un tamaño mucho más grande del que posee en realidad. Confía mucho en sí mismo y es incansable física y mentalmente.